lunes, 29 de diciembre de 2008

Holocausto Nazi

No existe otro nombre para describir esto.


  1. Artículo "Malditos Palestinos" de Maruja Torres en "El País".

  2. Entrada en Wikipedia del término "Nakba", en el origen de este conflicto.

  3. Lúcido Artículo de Hernán Zin en "20 Minutos": "Masacre en Gaza".

  4. Artículo "Bullying Palestina" que describe en términos psicológicos la actitud de Israel sobre Palestina.

  5. Artículos en "El País" y "El Mundo" sobre los ataques Israelíes que se están produciendo en este mismo momento sobre Palestina.

  6. Blog de denuncia "Palestina Herida" (¡Aviso!: algunas imágenes son muy duras).



jueves, 25 de diciembre de 2008

Cosas Mías

Tenía que ponerlo. Está claro que tenía que hacerlo, y no hace falta más explicaciones.


martes, 23 de diciembre de 2008

Las Redes Sociales de Internet (I)

Algunos de mis amigos acaban de descubrir las webs de red social de Internet y están fascinados con ellas. Se han marchado todos a otra dimensión de la realidad virtual y me han dejado aquí sólo en la aburrida y anticuada blogosfera.

Me refiero a aquellos sitios que se han diseñado expresamente para funcionar como red social. El fenómeno no es nuevo y existe desde el mismo origen de la red (USENET,IRC,...), pero sí lo es como un concepto que permite hacer de él un modelo de negocio rentable.

Por supuesto que mis amigos han intentado convencerme, pero conozco este tipo de aplicaciones desde hace varios años y soy reacio a ellas por varios motivos. Sobre todo porque la mejor red social es la propia red Internet, ya que es la única verdaderamente universal y abierta, mientras que todos los demás sistemas (construídos sobre la WWW): Facebook, Hi5, Friendster, Orkut, MySpace, etc. no dejan de ser herramientas cerradas en el sentido de que están aisladas entre sí; son propietarias porque pertenecen cada una a una empresa distinta, y además su diseño está orientado inevitablemente hacia nichos concretos de usuarios.


Este tipo de limitación se desvanece a medida que la base de usuarios de una red crece (que es justamente lo que la hace interesante), pero implica que la única manera de estar conectado con todo el mundo es inscribirse en todas las herramientas de red social, de las que hay muchas y cada vez más. Lo cual sería tan disparatado como pretender que todo el mundo necesitara abrir expresamente una cuenta en Hotmail o en GMail para intercambiar correo electrónico sólo con sus usuarios.

Esa es la universalidad que les falta a estas herramientas, la misma universalidad que tiene el correo electrónico. Es decir, se trata potencialmente de un servicio genérico de Internet para el cual todavía no existe un protocolo TCP/IP, al contrario que sucede con el correo electrónico (POP3 y STMP) y las páginas web (HTTP) por nombrar dos ejemplos.

(A estas alturas todavía hay gente que confunde la World Wide Web con Internet y el Webmail con POP3/SMTP, pero tu que lees esto no es tu caso, ¿verdad?).

Sin embargo, con unas bases de usuarios del orden de decenas de millones, esas limitaciones no suponen un obstáculo para que mucha gente pueda disfrutar de las redes sociales propietarias en su diseño actual.

El verdadero problema que plantean estos sitios es otro, y es el escaso - si no nulo - control que ofrecen al usuario sobre su información personal.

¿A cual de todas esas empresas le vas a confiar tu información? ¿Cómo piensas controlar lo que hagan con ella, antes y después de que surjan los primeros problemas? ¿Qué pasará con tu información cuando decidas darte de baja?



Estamos ya inmersos en una sociedad en la que se ha hecho imprescindible intercambiar constantemente información. Lo malo de la privacidad - de la falta de privacidad -, es que una vez la información se ha hecho pública es prácticamente imposible volver atrás.

Probablemente, para que un protocolo de redes sociales sobre TCP/IP pudiera ser descentralizado, eficiente, y seguro - que cada usuario pudiera mantener en todo momento el control sobre la parte de su información que está expuesta al público - debería utilizar tecnología P2P (peer-to-peer), la misma que los programas de intercambio de archivos.

ESO NO ES POSIBLE CON LAS APLICACIONES ACTUALES DE REDES SOCIALES.

No sólo no es posible, sino que la finalidad principal de estos servicios es precisamente la de utilizar la información facilitada por sus usuarios para hacer negocio con ella, sus herramientas están diseñadas para obtenerla y construir nueva información a partir de ella sin ningún tipo de control.

Todos los usuarios se ven obligados a renunciar a algunos de sus derechos fundamentales al registrarse, y lo más sorprendente es que renuncian encantados. La realidad demuestra que existe muy poca sensibilización sobre los riesgos que contraen al hacerlo.

Todo el mundo está dispuesto - yo también - a renunciar a una pequeña parcela de su intimidad a cambio de algún beneficio práctico real en la era electrónica; pero tal como están planteados los términos de uso de estos servicios (que casi nadie se molesta en leer), los "intercambios" son tan desequilibrados, como la tópica venta de territorios indios a cambio de un puñado de cristales de colores.

En España, existe la Ley Orgánica de Protección de Datos, pero no tiene absolutamente ninguna fuerza sobre empresas que están fuera de su jurisdicción, que son la mayoría o al menos las más populares.

...y hay mucha fauna ahí fuera hambrienta de vuestra información personal.

Pero de eso hablaré en una próxima entrega.



lunes, 22 de diciembre de 2008

Armas de Destrucción Masiva

Algo que ha pasado por alto a los analistas de los medios de comunicación, es que el incidente sufrido por Bush en Iraq esta semana viene a demostrar una vez más que los iraquies carecen de la tecnología necesaria para emplear armas químicas y bacteriológicas: Al periodista ni siquiera se le ocurrió pensar que podía lanzar además de sus zapatos, los calcetines.

Por otro lado, es impresionante ver en acción la tremenda capacidad que tiene el presidente saliente para escurrir el bulto.

Será que se entrena.




sábado, 13 de diciembre de 2008

Pepe Gotera & Otilio: Environmental Improvement Engineering

Tres décadas atrás, el trabajador promedio español tenía fama de chapucero, vago y marrullero, y por contraste solía considerarse a las empresas extranjeras como ejemplo de eficiencia y calidad, allí donde estuvieran. Cualquier empresa por pésima que fuera que tuviera un nombre con sonido extranjero seguro que debía ser sólo por eso mejor que otra con nombre de cuño ibérico.

Algo de ese complejo nos queda todavía, no hay más que ver la cantidad de marcas y productos que aún necesitan utilizar la muleta de un nombre en Inglés para parecer más eficientes, sérias o importantes de lo que son en realidad, eso vende más.

Entre los años 80 y 90 alguien tuvo la genial idea de rebautizar el término y donde hasta entonces se decía "chapuza" se empezó a utilizar la palabra "improvisación". El resultado de este pequeño cambio fué radical en la imagen del trabajador y de la empresa española. Donde antes se criticaba el apaño y el remiendo se empezó a alabar la elevada capacidad de improvisación de los españoles, que de pronto dejamos de vernos representados por unos chuscos "Pepe Gotera y Otilio" de turno para convertirnos en una especie de ingeniosos "MacGyver" capaces de solucionar cualquier reto, por raro, complejo o abstruso que fuera.

Si tu eres de los que pensaban que eso de hacer las cosas a medias, sobre la marcha y entregarlas sin acabar o con soluciones temporales era un signo de incompetencia, ahora resulta ser que no, que es todo lo contrario: no sólo se trata de una forma de trabajar perfectamente válida, sino que eso es precisamente lo que hacen algunas de las mayores multinacionales tecnológicas (sobre todo en informática), hasta el punto de no tener vergüenza en reivindicar abiertamente la chapuza como la ventaja competitiva de su de marca.

Pepe Gotera y Otilio eran unos pioneros que en plenos años 70 ya anticipaban las mejores cualidades de las empresas punteras internacionales del s.XXI, y no lo sabíamos,





...o será que, realmente, la publicidad es capaz de vendernos cualquier cosa. Sólo es necesario vestirla lo bastante bien para hacernos tragar, y la tragaremos a gusto. Incluso veremos la capacidad de hacer un trabajo chapucero, entregado tarde y a medio hacer, como algo positivo y meritorio.

Nota: Llegados a este punto, convendría echarle un vistazo al capítulo "Proyecto Bicicleta" del relato de Alfredo de Hoces "Fuckowski, Memorias de un Ingeniero" para entender de qué estamos hablando, porque seguro que a más de uno se le escapa el matiz (sobre todo al que no tenga experiencia en el mundillo de la profesión informática).

Aclaro que sólo es necesario leer ese capítulo: "Proyecto Bicicleta", pero si os queda tiempo también podeis leeros el resto, vale la pena.


martes, 2 de diciembre de 2008

TDT: El Apagón Analógico

Dicen que para Abril de 2010 la televisión dejará de emitirse en España por el antiguo sistema analógico y pasará a emitirse exclusivamente por el sistema TDT.

Dicen, con retintín amenazador, que quien para entonces no se haya comprado un aparato receptor digital, o un televisor que lo lleve incorporado ya no podrá ver la tele, porque no se emitirá nada de nada por vía analógica.

Es lo que llaman el "apagón analógico".




Qué bien. Espero con verdadera impaciencia a que llegue ese momento. Con la misma impaciencia con la que se esperan los acontecimientos importantes que intuímos marcarán un antes y un después en nuestra vida. Como se espera un primer beso, un primer trabajo, el primer viaje sólo, el primer vuelo, o las noches de reyes cuando todavía eres un niño.

Por fin dejaré mi adicción. Me quitaré del vicio de ver la tele.

Ya no más anuncios, ni concursos para idiotas, ni informativos tendenciosos, ni publicidad disfrazada de noticia, ni cultura sobornada por el partido de turno, ni blanqueo ideológico. Ya no más violencia visual, ni emocional; ya no más entretenimiento conductivo, tomatina amarilla, debates seborreicos, ni pensamiento acrítico.

Se acabó para siempre "la voz de su amo".

Pero lo mejor de todo es que,

    ¡...esta vez, ni siquiera tendré que apagarla!